Un poco de esto...un poco de aquello... Sólo la coincidencia de la curiosidad humana !
lunes, 25 de julio de 2011
Mitos y leyendas sobre el rayo
La descarga eléctrica atmosférica, o comúnmente conocida como el rayo, ha sido uno de los fenómenos meteorológicos más admirado, temido, interpretado y estudiado por las diferentes culturas a través de los siglos.
Cultura Acadia
Su interpretación se remonta a la antigua cultura Acadia (2000 a. de C.), la que representaba el fenómeno del rayo mediante una diosa parada sobre los hombros de un guardián alado y tras de ella sobre un carro de cuatro ruedas el dios del tiempo lanzando rayos con su fusta.
Mitología China
La mitología China representa el rayo con la colorida diosa Tien-Mu. Ella sostiene firmemente dos espejos para dirigir los destellos del rayo. Tien-Mu está rodeada por cinco dignatarios del "Ministerio de las tormentas", existiendo en la imaginación china el jefe de aquellos: Lei Tsu, dios de los truenos y su ayudante Lei Kung, el tamborilero contador de rayos.
Mitología Griega
En la mitología griega el rayo fue considerado uno de los atributos propios de Zeus, quien era el dios de los fenómenos de la atmósfera. Sus funciones primarias estaban relacionadas con la lluvia y con el retorno del buen tiempo, pero muy particularmente con el rayo y el trueno. Se le representó como un hombre vigoroso y maduro, de pie o sentado, en actitud digna y generalmente vestido de la cintura hacia abajo llevando en su mano el cetro o el rayo o ambas cosas a la vez y asistido por su siervo el águila.
Cultura India
El rayo (del latín radium) también es atributo de ciertos dioses de la India, tanto brahmánico como búdico. Con el nombre de Vajra es el arma de Indra (el ardiente) y con el nombre de Trisula (tridente) el arma de Rudra (el que grita).
Dioses Nórdicos
Thor, hijo de Odin y Yord, fue el principal y más famoso de los antiguos dioses nórdicos que se relaciona con el rayo. Su castillo era el Bilskirnir (relampagueante ); poseía dos cabras: Diente Crujidor y Diente Pulverizador quienes tiraban de su carroza mientras el la conducía. Thor, el dios del trueno, caracterizado por su barba roja, producía rayos a medida que su martillo Myolnir de mango corto golpeaba un yunque o lo lanzaba y volvía a su mano como un bumerang, mientras cabalgaba en su carroza "tronadora" alrededor de las nubes.
Culturas Indígenas Precolombinas
La riqueza mitológica del fenómeno del rayo en las culturas indígenas precolombinas, está representada ejemplarmente en el libro del Popol Vuh, traducido al español de la lengua autóctona de los indios Quichés de Guatemala por el padre dominico Francisco Ximénez, a principios del siglo 18. El Popol Vuh constituye una plena realidad viva, donde se encuentran todas las tradiciones milenarias de los Quichés.
Cultura Azteca
Para la cultura Azteca el rayo fue un fenómeno que dependía del dios de la lluvia Tlaloc ("el que hace brotar"). Era el dios que daba las lluvias, que regaba la tierra, mediante la cual crecían todas las yerbas, árboles y frutas. También era el quien enviaba el granizo, los relámpagos, los rayos, las tempestades y los peligrosos ríos y mareas.
El nombre completo es Tlalloccantecuhtli "Señor del lugar donde brota el vino (lluvia) de la tierra". En ocasiones pintan a Tlaloc con el rayo en una mano y dos mazorcas de maíz en la otra, precipitándose hacia la tierra o en actitud de despeñarse desde lo alto de un templo que simboliza a los cerros.
Cultura Maya
Los dioses de la lluvia en la cultura Maya eran los Chacs y se conocían con el nombre de los regadores. Eran ellos quienes producían los relámpagos, los rayos, las tempestades, las tormentas y la lluvia. Cuando iban a llevar las lluvias, los Chacs se reunían en su morada que se llamaba " al pie del cielo ", desde donde salían por una puerta llamada " trueno " que empezaba en la capa de las nubes.
Con su jefe al frente atravesaban los cielos, cada uno con una calabaza de agua en una mano y en la otra algo parecido a una hacha de piedra bien pulida, la cual una vez lanzada sobre la tierra producía los rayos y los truenos; estos últimos originados por los gritos o los diálogos entre ellos. Los Chacs iban en las cuatro direcciones.
Un análisis del significado de las invocaciones Mayas para la lluvia, muestra el conocimiento que parece ya tenían sobre la diferencia que actualmente se tiene entre rayos de nube a tierra y entre nubes, así como las relaciones no directas que hoy en día conocemos entre número de días con rayos y número de días con lluvia.
Habían meses y días especiales en que invocaban a los Chacs para la lluvia y en estas invocaciones utilizaban ciertos términos cuyo significado estaba relacionado con las lluvias. Por ejemplo: Lelemcaanchaac, "el dios de la lluvia látigo relampagueante...", Mizencaanchaac, "rayo que barre el cielo..." y Lelencaanil, "tormenta de muchas nubes y poca agua.."
Mediante los códices Mayas se puede apreciar la representación de un perro relámpago que lleva dos antorchas encendidas cuya representación es la tempestad. Estas dos antorchas pueden significar los dos tipos de rayos diferentes que ellos alcanzaban a apreciar.
Cultura Inca
Para la cultura Inca el dios del rayo era Ilyapa. En Cuzco, capital del imperio, existía el Coricancha, el templo del oro, en donde se encontraban los templos de las principales deidades: El sol Inti, la luna Quilia y el rayo Ilyapa. Y cada templo tenía su propio sacerdote.
Sus interpretaciones míticas nos muestran hoy en día el conocimiento claro que tenían sobre la diferencia entre la energía lumínica (relámpago) y la energía audible (trueno) producida por el rayo. Ilyapa era un hombre ataviado con reluciente vestido que llevaba en una mano una porra y en la otra una honda. El relámpago era el fulgor que despedía su vestido al moverse, el trueno la descarga de su honda y el rayo el proyectil de piedra.
Para ellos los dioses vivieron en otros tiempos en la tierra y después subieron al cielo para confundirse con las estrellas. Entre ellas estaban las Pleyadas que representaban para los Incas una divinidad suprema que se manifestaba mediante el rayo y era capaz de devorar el sol o la luna.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario